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MODELO CONSTRUCTIVISTA
El constructivismo
tiene sus raíces en la filosofía, psicología, sociología y educación. El verbo
construir proviene del latín struere, que significa ‘arreglar’ o ‘dar
estructura’. El principio básico de esta teoría proviene justo de su
significado. La idea central es que el aprendizaje humano se construye, que la
mente de las personas elabora nuevos conocimientos a partir de la base de
enseñanzas anteriores. El aprendizaje de los estudiantes debe ser activo, deben
participar en actividades en lugar de permanecer de manera pasiva observando lo
que se les explica.
El constructivismo difiere con otros puntos de vista, en los que el aprendizaje se forja a través del paso de información entre personas (maestro-alumno), en este caso construir no es lo importante, sino recibir. En el constructivismo el aprendizaje es activo, no pasivo. Una suposición básica es que las personas aprenden cuándo pueden controlar su aprendizaje y están al corriente del control que poseen. Esta teoría es del aprendizaje, no una descripción de cómo enseñar. Los alumnos construyen conocimientos por sí mismos. Cada uno individualmente construye significados a medida que va aprendiendo.
Las personas no entienden, ni utilizan de manera inmediata la información que se les proporciona. En cambio, el individuo siente la necesidad de «construir» su propio conocimiento. El conocimiento se construye a través de la experiencia. La experiencia conduce a la creación de esquemas. Los esquemas son modelos mentales que almacenamos en nuestras mentes. Estos esquemas van cambiando, agrandándose y volviéndose más sofisticados a través de dos procesos complementarios: la asimilación y el alojamiento (J. Piaget, 1955).
El constructivismo social tiene como premisa que cada función en el desarrollo cultural de las personas aparece doblemente: primero a nivel social, y más tarde a nivel individual; al inicio, entre un grupo de personas (inter-psicológico) y luego dentro de sí mismo (intrapsicológico). Esto se aplica tanto en la atención voluntaria, como en la memoria lógica y en la formación de los conceptos. Todas las funciones superiores se originan con la relación actual entre los individuos (Vygotsky, 1978).
A esta manera de entender el aprendizaje, se suma todo un conjunto de
propuestas que han contribuido a la formulación de una metodología
constructivista. Entre dichas propuestas vale la pena mencionar:
• La teoría del aprendizaje significativo: el aprendizaje
tiene que ser lo más significativo posible; es decir, que la persona-colectivo
que aprende tiene que atribuir un sentido, significado o importancia
relevante a los contenidos nuevos, y esto ocurre únicamente cuando los
contenidos y conceptos de vida, objetos de aprendizaje puedan relacionarse con
los contenidos previos del grupo educando, están adaptados a su etapa de
desarrollo y en su proceso de enseñanza-aprendizaje son adecuados a las
estrategias, ritmos o estilos de la persona o colectivo.
• Aprendizaje por descubrimiento: no hay forma única de
resolver los problemas. Antes de plantear a los participantes soluciones, los
facilitadores deben explorar con ellos diferentes maneras de enfrentar el mismo
problema; pues no es pertinente enseñar cosas acabadas, sino los métodos para
descubrirlas.
• Las zonas de desarrollo: un nuevo aprendizaje debe
suponer cierto esfuerzo para que realmente implique un cambio de una zona de
desarrollo real, a una zona de desarrollo próximo, pero no con un
esfuerzo tan grande (por falta de conocimientos previos, por ejemplo) que el
nuevo contenido quede situado fuera de la zona a la que tiene acceso
potencialmente la persona o el grupo.
• El aprendizaje centrado en la persona-colectivo: la
persona-colectivo interviene en el proceso de aprendizaje con todas sus
capacidades, emociones, habilidades, sentimientos y motivaciones; por lo tanto,
los contenidos del proceso pedagógico no deben limitarse sólo al aprendizaje de
hechos y conceptos (contenido conceptual), sino que es necesario atender en la
misma medida a los procedimientos (contenido procedimental), las actitudes, los
valores y las normas (contenido actitudinal), si se quiere una adaptación
activa de la persona o grupos a nuevas situaciones sociales. Así mismo, hay que
considerar sus propios estilos, ritmos y estrategias de aprendizaje.
• Aprender imitando modelos: este enfoque resulta
especialmente importante para la enseñanza aprendizaje de contenidos
actitudinales, lo cual es una debilidad en la mayoría de propuestas. De acuerdo
con ella, la persona-colectivo desarrolla una llamada capacidad vicaria,
la cual le permite el aprendizaje por observación, mediante la imitación, por
lo general inconsciente, de las conductas y actitudes de personas que se
convierten en modelos, cuyos patrones de comportamiento son aprendidos en un
proceso de aprendizaje de tres fases: atención, retención y reproducción. Con
relación a ello, lo más importante es que con la práctica las
personas-colectivos aprendan los contenidos guías, las generalizaciones más que
ejemplos específicos.
• La metodología activa: siguiendo a Moisés Huerta2, un
método es activo cuando genera en la persona-colectivo una acción que resulta
de su propio interés, necesidad o curiosidad. El facilitador es en ese sentido,
quien debe propiciar dicho interés planificando situaciones de aprendizaje
estimulantes, si descuidar que los métodos son el medio y no el fin. “La
metodología activa se debe entender como la manera de enseñar que facilita la
implicación y la motivación”.
• El aprendizaje cooperativo, dinámico o comunicativo: en
la enseñanza se debe desarrollar un conjunto de actividades que propicien la
interacción de la persona-colectivo con el medio, con sus pares o el docente,
privilegiando dinámicas que pueden ser individuales, en pares, en equipos
pequeños y en grupo grande. Del mismo modo hay que preocuparse por implicar a
la persona-colectivo en el proceso de aprender. Al proceso permanente de
reflexión y de toma de conciencia sobre cómo se aprende se le denomina metacognición.
• La teoría de las inteligencias múltiples: en nuestro ser
habitan siete diferentes inteligencias que nos permiten abordar el mundo de
manera diversa, y en toda persona algunas de ellas están más o menos
desarrolladas que otras; por lo tanto, la enseñanza también debería adaptarse a
esa realidad. Estas inteligencias son:
Lingüística, lógico-matemática, visual-espacial, musical,
kinestésico-corporal y las inteligencias personales (intrapersonal e
interpersonal). En el marco de las inteligencias personales, también se plantea
una llamada inteligencia emocional, que es la capacidad de sentir, entender y
manejar eficazmente las emociones, como fuente de energía y de información para
el desarrollo personal y el aprendizaje.
• Ecología de la educación: el ambiente de aprendizaje en
una aula o proceso constructivista, se configura como resultado de diversos
factores entre los cuales cabe destacar la metodología, pues en ella se
interrelacionan diferentes variables: la organización y tipo de contenidos, las
secuencias de actividades, la toma de de decisiones sobre el proceso a seguir,
las técnicas de trabajo individual, los planteamientos de trabajo en grupo, las
formas de agrupamiento, la organización del tiempo y la organización del
espacio. Todo ello es conocido como ecología de la educación.
El programa o diseño curricular por competencias
Programar por competencias significa haber identificado el conjunto de
conocimientos, saber ser y saber hacer organizados que el sujeto de la
capacitación necesita para ejecutar adecuadamente una tarea o un conjunto de
tareas que satisfagan exigencias sociales o individuales precisas; de manera
que el análisis del contexto y de los individuos que en él se desenvuelven,
juegan un papel determinante al momento de planificar.
En sentido amplio, una competencia es un conjunto de
capacidades, una macrohabilidad que integra tres tipos de saberes:
• El saber conceptual: referido a la habilidad para el
manejo de conceptos, datos, informaciones y hechos.
• El saber procedimental: relacionado con la habilidad
para ejecutar una acción o secuencia de acciones siguiendo métodos, técnicas
y/o estrategias adecuadas a la resolución de una tarea concreta.
• El saber actitudinal: concerniente a la habilidad para
vincular el saber y el saber hacer a valores, principios o normas que
configuran nuestras actitudes, asegurando que la búsqueda del éxito y el
progreso personal-colectivo no se contradigan con el bienestar social.
Formalmente, un diseño curricular debe aportar a) una Fundamentación, es
decir, la explicación de las razones o motivos que justifican la necesidad del
programa de formación que se plantea; b) los Objetivos, referidos al propósito
o propósitos generales de enseñanza, definidos en función a las necesidades de
aprendizaje identificadas; c) los Perfiles, o determinación de las características
de la persona-colectivo a quien va dirigida el programa, las competencias de
aprendizaje generales demandadas para la persona-colectivo que se va a formar y
las principales áreas ocupacionales en las que puede desempeñarse; d) la
Estructura Curricular Base y e) las Unidades de Aprendizaje.
En un mayor nivel de desarrollo, corresponde al facilitador del curso
planificar cada sesión de aprendizaje, considerando secuencias formativas que
permitan poner en práctica las actividades previstas en cada unidad de
aprendizaje, para el logro de las competencias planteadas.
Características
del aprendizaje constructivista.
El ambiente de aprendizaje constructivista se puede
diferenciar por ocho características:
1) el ambiente constructivista en el aprendizaje provee
a las personas del contacto con múltiples representaciones de la realidad;
2) las múltiples representaciones de la realidad
evaden las simplificaciones y representan la complejidad del mundo real;
3) el aprendizaje constructivista se enfatiza al construir
conocimiento dentro de la reproducción del mismo;
4) el
aprendizaje constructivista resalta tareas auténticas de una manera
significativa en el contexto en lugar de instrucciones abstractas fuera del
contexto;
5) el aprendizaje constructivista proporciona entornos
de aprendizaje como entornos de la vida diaria o casos basados en el
aprendizaje en lugar de una secuencia predeterminada de instrucciones;
6) los entornos de aprendizaje constructivista
fomentan la reflexión en la experiencia;
7) los entornos de aprendizaje constructivista
permiten el contexto y el contenido dependiente de la construcción del
conocimiento; los entornos de aprendizaje constructivista apoyan la
«construcción colaborativa del aprendizaje, a través de la negociación social,
no de la competición entre los estudiantes para obtener apreciación y
conocimiento» (Jonassen, 1994).
Implicaciones generales del constructivismo cognitivo
Según la teoría constructivista de Piaget, existen dos
principios en el proceso de enseñanza y aprendizaje: el aprendizaje como un
proceso activo, y el aprendizaje completo, auténtico y real (J. Piaget, 1978).
El aprendizaje
como un proceso activo
En el proceso de alojamiento y asimilación de la
información, resultan vitales, la experiencia directa, las equivocaciones y la
búsqueda de soluciones. La manera en la que se presenta la información es de
suma importancia. Cuando la información es introducida como una forma de
respuesta para solucionar un problema, funciona como una herramienta, no como un
hecho arbitrario y solitario.
El
aprendizaje: completo, auténtico y real
El significado es
construido en la manera en que el individuo interactúa de forma significativa
con el mundo que le rodea. Esto significa que se debe enfatizar en menor grado
los ejercicios de habilidades solitarias, que intentan enseñar una lección. Los
estudiantes que se encuentren en aulas diseñadas con este método llegan
aprender estas lecciones, pero les resulta más fácil el aprendizaje si al mismo
tiempo se encuentran comprometidos con actividades significativas que
ejemplifiquen lo que se desea aprender. Según esta teoría, a los estudiantes se
les debe hacer hincapié en el aula en las actividades completas, en detrimento
de los ejercicios individuales de habilidades; actividades auténticas que
resulten intrínsicamente interesantes y significativas para el alumno, y
actividades reales que den como resultado algo de más valor que una puntuación
en un examen.
ROL DEL ESTUDIANTE.
Desde la postura constructivista se rechaza la concepción del alumno como un mero receptor o reproductor de los saberes culturales, así como tampoco se acepta la idea de que el desarrollo es la simple acumulación de aprendizajes específicos. La filosofía educativa debe promover el doble proceso de socialización y de individualización, la cual debe permitir a los alumnos construir una identidad personal en el marco de un contexto social y cultural determinado.
Algunas características que
según Miers (citado en Seitzinger, 2006) deben estar presentes en el
aprendizaje constructivista son:
- Activo
y manipulable: involucra a los estudiantes, de manera que sean ellos mismos
quienes interactúan y exploran; además de darles la oportunidad de concientizar
el resultado de su manipulación del aprendizaje.
- Constructivo y reflexivo: permite al estudiante hacerse con nuevos conocimientos y acomodarlos a los previos, lo cual lleva a la reflexión de su propio aprendizaje.
- Intencional: permite que sea el estudiante quién proponga metas a alcanzar y además le lleva a monitorear hasta qué punto logra sus metas.
- Auténtico, retador y contextualizado: ayuda a que el estudiante sitúe su aprendizaje en situaciones reales, lo cual le preparar para futuros retos.
- Cooperativo, colaborativo y conversacional: fomenta la interacción entre estudiantes para discutir problemas, aclarar dudas y compartir ideas.
- Constructivo y reflexivo: permite al estudiante hacerse con nuevos conocimientos y acomodarlos a los previos, lo cual lleva a la reflexión de su propio aprendizaje.
- Intencional: permite que sea el estudiante quién proponga metas a alcanzar y además le lleva a monitorear hasta qué punto logra sus metas.
- Auténtico, retador y contextualizado: ayuda a que el estudiante sitúe su aprendizaje en situaciones reales, lo cual le preparar para futuros retos.
- Cooperativo, colaborativo y conversacional: fomenta la interacción entre estudiantes para discutir problemas, aclarar dudas y compartir ideas.
ROL DEL DOCENTE
El docente es considerado un mediador entre el conocimiento y el aprendizaje de los alumnos, comparte sus experiencias y saberes en una actividad conjunta de construcción de los conocimientos.
Es facilitador
del conocimiento, dando a los alumnos los andamiajes necesarios
para acceder, lograr, alcanzar y en consecuencia construir aprendizajes
significativos.
Las características del docente podrían quedar resumidas de la siguiente manera:
- Persona reflexiva, capaz de tomar decisiones y resolver los problemas de la mejor manera, tomando en cuenta el contexto sociocultural del centro docente.
- Consciente y analizador de sus propias ideas y paradigmas sobre el proceso enseñanza-aprendizaje.
- Abierto a cambios e innovaciones.
Las características del docente podrían quedar resumidas de la siguiente manera:
- Persona reflexiva, capaz de tomar decisiones y resolver los problemas de la mejor manera, tomando en cuenta el contexto sociocultural del centro docente.
- Consciente y analizador de sus propias ideas y paradigmas sobre el proceso enseñanza-aprendizaje.
- Abierto a cambios e innovaciones.
- Promotor de los aprendizajes significativos, aplicables en la vida
cotidiana del alumno.
- Capaz de prestar ayuda pedagógica a la diversidad de necesidades e intereses de sus alumnos.
- Capaz de prestar ayuda pedagógica a la diversidad de necesidades e intereses de sus alumnos.
- Acepta e
impulsa la autonomía e iniciativa del alumno
- Usa materia
prima y fuentes primarias en conjunto con materiales físicos,
interactivos y manipulables.
- Usa
terminología cognitiva tal como: Clasificar, analizar, predecir, crear,
inferir, deducir, estimar, elaborar, pensar.
- Investiga
acerca de la comprensión de conceptos que tienen los estudiantes, antes de
compartir con ellos su propia comprensión de estos conceptos.
- Desafía la
indagación haciendo preguntas que necesitan respuestas muy bien reflexionadas y
desafía también a que se hagan preguntas entre ellos.
La finalidad última de la intervención pedagógica es desarrollar en el alumno la capacidad de realizar aprendizajes significativos por sí solo en una amplia gama de situaciones y circunstancias, “aprender a aprender” (Coll, 1988).
RELACIÓN ALUMNOS/DOCENTE
La meta del docente con el modelo constructivista es la de lograr la autonomía y autodirección de los alumnos, la cual se da con el apoyo del proceso gradual para transferir de manera ascendente el sentimiento de responsabilidad y autorregulación en éstos. El maestro se preocupa para formar niños autodidactas.
El constructivismo difiere con otros puntos de vista, en los que el aprendizaje se forja a través del paso de información entre personas (docente-alumno), en este caso construir no es lo importante, sino recibir. En el constructivismo el aprendizaje es activo, no pasivo. Una suposición básica es que las personas aprenden cuando pueden controlar su aprendizaje y están al corriente del control que poseen. Los alumnos construyen conocimientos por sí mismos.
CONCEPCIÓN
SOCIAL DEL CONSTRUCTIVISMO
La
contribución de Vygotsky ha significado que ya el aprendizaje no se
considere como una actividad individual, sino más bien social. Se valora la
importancia de la interacción social en el aprendizaje. Se ha comprobado que el
estudiante aprende más eficazmente cuando lo hace en forma cooperativa.
Si bien
también la enseñanza debe individualizarse en el sentido de permitir
a cada alumno trabajar con independencia y a su propio ritmo, es
necesario promover la colaboración y el trabajo grupal, ya que se
establecen mejores relaciones con los demás, aprenden más, se sienten más
motivados, aumenta su autoestima y aprenden habilidades sociales más
efectivas.
En la práctica
esta concepción social del constructivismo, se aplica en el trabajo
cooperativo, pero es necesario tener muy claro los siguientes pasos que
permiten al docente estructurar el proceso de Enseñanza-Aprendizaje
cooperativo:
·
Especificar objetivos de enseñanza.
·
Decidir el tamaño del grupo.
·
Asignar estudiantes a los grupos.
·
Preparar o condicionar el aula.
·
Planear los materiales de enseñanza.
·
Asignar los roles para asegurar la interdependencia.
·
Explicar las tareas académicas.
·
Estructurar la meta grupal de
interdependencia positiva.
·
Estructurar la valoración individual.
·
Estructurar la cooperación intergrupo.
·
Explicar los criterios del éxito.
·
Especificar las conductas deseadas.
·
Monitorear la conducta de los estudiantes.
·
Proporcionar asistencia con relación a la tarea.
·
Intervenir para enseñar con relación a la tarea.
·
Proporcionar un cierre a la lección.
·
Evaluar la calidad y cantidad de aprendizaje de los
alumnos.
·
Valorar el funcionamiento del grupo.
De acuerdo a
estos pasos el profesor puede trabajar con cinco tipos de estrategias :
·
Especificar con claridad los propósitos del curso o
lección.
·
Tomar ciertas decisiones en la forma de ubicar a los
alumnos en el grupo.
·
Explicar con claridad a los estudiantes la tarea y la estructura
de meta.
·
Monitorear la efectividad de los grupos.
·
Evaluar el nivel de logros de los alumnos y ayudarles
a discutir, que también hay que colaborar unos a otros.
Para que un
trabajo grupal sea realmente cooperativo reúne las siguientes características:
·
Interdependencia positiva.
·
Introducción cara a cara.
·
Responsabilidad Individual.
·
Utilización de habilidades interpersonales.
·
Procesamiento grupal.
El
constructivismo tiene como fin que el alumno construya su propio aprendizaje,
por lo tanto, según TAMA (1986) el profesor en su rol de mediador debe apoyar
al alumno para:
1.- Enseñarle
a pensar: Desarrollar en el alumno un conjunto de habilidades cognitivas que les
permitan optimizar sus procesos de razonamiento
2.- Enseñarle
sobre el pensar: Animar a los alumnos a tomar conciencia
de sus propios procesos y estrategias mentales (metacognicion) para poder
controlarlos y modificarlos (autonomía), mejorando el rendimiento y la eficacia en
el aprendizaje.
3.- Enseñarle
sobre la base del pensar: Quiere decir incorporar objetivos de aprendizaje
relativos a las habilidades cognitivas, dentro del currículo escolar.
En el alumno
se debe favorecer el proceso de metacognición, tomando esto como base , se
presenta un gráfico tomado del libro
"Aprender
a Pensar y Pensar para Aprender" de TORRE-PUENTE (1992) donde se refleja
visualmente como favorecer en el alumno esta metacognición:
TAREA
Propósito
Características
Conocimiento
que tengo sobre el tema
Cuál es la
mejor estrategia (fases y técnicas)
Momentos
Valoración
proceso
Errores
Causas
Corregir
Aplicar nuevas
estrategias.
El
constructivismo plantea que nuestro mundo es un mundo humano, producto de la
interacción humana con los estímulos naturales y sociales que hemos alcanzado a
procesar desde nuestras "operaciones mentales (Piaget).
Esta posición
filosófica constructivista implica que el conocimiento humano no se
recibe en forma pasiva ni del mundo ni de nadie, sino que es procesado y
construido activamente, además la función cognoscitiva está al servicio de
la vida, es una función adaptativa, y por lo tanto el conocimiento permite que
la persona organice su mundo experiencial y vivencial,
La enseñanza
constructivista considera que el aprendizaje humano es siempre una construcción
interior.
Para el
constructivismo la objetividad en sí misma, separada del hombre no
tiene sentido, pues todo conocimiento es una interpretación, una
construcción mental, de donde resulta imposible aislar al investigador de lo
investigado. El aprendizaje es siempre una reconstrucción interior y subjetiva.
El lograr
entender el problema de la construcción del conocimiento ha sido objeto de
preocupación filosófica desde que el hombre ha empezado a reflexionar
sobre sí mismo. Se plantea que lo que el ser humano es, es esencialmente
producto de su capacidad para adquirir conocimientos que les han permitido
anticipar, explicar y controlar muchas cosas.
CONCLUSIONES
Luego de
realizado este análisis sobre el constructivismo, se puede concluir que:
1.- La reforma
educacional tiene como base el constructivismo, ya que todas sus acciones tienen
a lograr que los alumnos construyan su propio aprendizaje logrando aprendizajes
significativos.
2.- Las
experiencias y conocimientos previos del alumno son claves para lograr mejores
aprendizajes.
3.- Para que
los docentes hagan suya esta corriente y la vivan realmente en el día
a día deben conocer muy bien sus principios y conocer el punto de
vista de quienes son precursores en el constructivismo pues solo de esta forma
tendrán una base sólida para su implementación.
4.- Cuando
hablamos de "construcción de los aprendizajes", nos referimos a que
el alumno para aprender realiza diferentes conexiones cognitivas que le
permiten utilizar operaciones mentales y con la utilización de sus
conocimientos previos puede ir armando nuevos aprendizajes.
5.- El
profesor tiene un rol de mediador en el aprendizaje, debe hacer que el alumno
investigue, descubra, compare y comparta sus ideas.
6.- Para una acción efectiva
desde el punto de vista del constructivismo, el profesor debe partir del nivel
de desarrollo del alumno, considerando siempre sus experiencias
previas.
7.- El
constructivismo es la corriente de moda aplicada actualmente a la
educación, pero de acuerdo a lo leído y a la experiencia personal, en la
práctica es difícil ser totalmente constructivista, ya que las realidades en
las escuelas son variadas y hay muchos factores que influyen para adscribirse
totalmente a esta corriente.
BIBLIOGRAFÍA:
·
PENSAR DE NUEVO.ORG. Internet. http://pensardenuevo.org/accion-en-la-red/especiales/el-modelo-constructivista-con-las-nuevas-tecnologias-aplicado-en-el-proceso-de-aprendizaje/2-el-modelo-constructivista/
·
GESTIÓN DE AGRONEGOCIOS EN EMPRESAS ASOCIATIVAS
RURALES. GUÍA PARA EL FACILITADOR, publicado por
la FAO, el IICA y el PRODAR. Internet. http://www.gestionparticipativa.coop/portal/index.php?option=com_content&view=article&id=255:el-modelo-pedagogico-constructivista&catid=38:travel-tips&Itemid=489
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